Tras su reapertura el pasado fin de semana, la Catedral de Tarragona amplía el servicio de visitas guiadas.

Se ha establecido un Plan de Contingencia garantizar la seguridad de los visitantes, trabajadores y proveedores. También se mantiene el servicio de audiovideo guías y se ha reforzado la higiene.

Visitas guiadas de miércoles a sábado

Las visitas guiadas permiten acceder a zonas únicas de la Catedral, como el campanario, en los siguientes horarios:

Tipos de visita guiada

La Catedral de Tarragona está ofrece dos tipos de visitas guiadas, sencilla y completa:

Visita sencilla

En esta visita, nuestro guía oficial local explica con detalle la Catedral y el Claustro. La duración es aproximadamente 45 minutos y su precio es de 3€ adicionales sobre las tarifas de la Catedral (consulte las tarifas).

Visita completa

Además de la Catedral y el Claustro, incluye el Témenos (muro romano) y se sube al Campanario, atalaya de Tarragona. La duración de esta visita es de 1h y 30 minutos e incluye la subida de 150 peldaños, con 3 descansos. No se recomienda a personas con cardiopatías, vértigo, claustrofobia o movilidad reducida. Precios: Adultos 15€, mayores de 65 años y niños de 7 a 16 años, 10€ (consulte las tarifas).

Conocer a fondo la historia de la Catedral

A través de la visita guiada a la Catedral de Tarragona se puede conocer la historia de este templo, cuya edificación se inició a partir del año 1171. Telenoticies TV3 estuvo en la Catedral durante los primeros días de su reapertura:

Catedral de Tarragona

El conjunto catedralicio se ubica en el lugar más elevado de la ciudad y sobre el solar que ocupó, en principio, un acuartelamiento de los ejércitos romanos en torno al cual se construyó poco a poco la ciudad de Tarraco.

Este es sólo el comienzo de la historia de la Catedral, cuyo patrimonio queremos acercar a todos a través de un recorrido a fondo por todos sus rincones.

La Catedral de Tarragona y el Museo Diocesano reabrirán el uso cultural y turístico el próximo sábado 4 de julio tras haber permanecido cerrada a las visitas 112 días desde el pasado 13 de marzo. Durante las últimas semanas se ha trabajado un plan de contingencia que recoge los protocolos de actuación para que la reapertura a la visita cultural y turística no aumente el riesgo de contagio comunitario, así como las medidas de protección necesarias para los trabajadores, visitantes y proveedores.

El uso cultural y turístico del conjunto catedralicio permite al Cabildo generar ingresos necesarios para la conservación, restauración y mantenimiento del patrimonio. En el año 2019, 130.000 visitantes pudieron disfrutar del conjunto catedralicio, el 60% de ellos internacionales. Durante estos meses de cierre forzoso se han perdido más de 50.000 visitantes. Los gestores esperan este año una caída brusca de los visitantes; con la reapertura se quiere contribuir a mejorar la oferta cultural de Tarragona y su posicionamiento como destino cultural seguro.

Elaboración del Plan de Contingencia

Para la elaboración del protocolo de seguridad se han tenido en cuenta las recomendaciones específicas de los “Sitios Patrimoniales” del Instituto para la Calidad Turística Española, y que permiten identificar y analizar los riesgos en sus organizaciones, así como a implementar las mejores prácticas en el servicio, instalaciones y con el personal para hacer frente al virus. También se han considerado otras medidas para la reducción del contagio por el coronavirus COVID-19, de manuales elaborados para otros subsectores turísticos.

Descargue el Plan de Contingencia

El conjunto catedralicio, con el fin de implantar y hacer seguimiento del Plan de Contingencia, ha creado un Comité específico de Gestión integrado por Sofia Mata de la Cruz, directora del Museo Diocesano de Tarragona, Antonio Martínez Subías, responsable del Patrimonio artístico y documental y síndico primero del Cabildo Catedralicio, y Francisco Javier Castillo, consejero delegado de DNA Turismo y Ocio, así como los coordinadores de la empresa en la Catedral.

La catedral basílica de Santa Tecla en Tarragona está ubicada en la zona más alta de la ciudad, debido a que constituía el símbolo del poder de la Iglesia y por su capacidad económica en la Edad Media.

Se trata de un templo que ha recibido numerosos aportes arquitectónicos a lo largo de la historia, y en él se han mezclado diferentes estilos artísticos. La fachada oriental destaca por el gran volumen del ábside central, con un zócalo de dientes de sierra y una hilera de arcos ciegos.

Servicio de videoguía con realidad aumentada

La Catedral de Tarragona se ha vuelto muy popular entre sus seguidores. Incluso, se ha ofertado un servicio exclusivo de videoguía, que incorpora texto, audio y vídeo durante la visita. Además, utilizan vídeos con vuelo de dron y un sistema de realidad aumentada. De esta forma, se crea una experiencia profundidad en torno a la historia y arte del monumento.

Ana Ferrero de ReviewBox.es, y experta en el desarrollo de la industria 4.0, destaca que implementar este tipo de tecnología en el recorrido, enriquece una experiencia ya que aporta conocimientos relevantes sobre el entorno que rodea al usuario. ‘’La Realidad Aumentada nos permite agregar diferentes capas de información visual del mundo que nos rodea. Es una herramienta tecnológica basada en principios de investigación documental, por lo tanto, su incorporación en monumentos y espacios históricos como la Catedral de Tarragona es totalmente necesaria’’, afirma.

Mezcla de estilos artísticos

La catedral cuenta con una planta similar a los edificios de la misma época, como la iglesia del Monasterio de Sant Cugat. En cuanto a su sección longitudinal, las naves están separadas por arcos apuntados y pilares cruciformes. Las ventanas guardan detalles pertenecientes al romanticismo.

El muro occidental del cierre del coro fue desmantelado en la mitad del siglo XX y en la actualidad se ubica en el Museo Diocesano. No obstante, todavía permanecen los muros laterales, los que cuentan con dos capillas cada uno. La sillería que databa del siglo XIV ha sido sustituida por la actual.

En cuanto a las cuatro sillas pontificales, estas fueron fabricadas en 1534, en tiempos del obispo de Nicópolis. Se atribuye su elaboración a los escultores franceses Jean de Tours y Henri de Bourgogne.

Acerca del cimborrio, tiene forma octogonal. La estructura del mismo fue copiada tiempo después por el monasterio de sant Cugat del Vallès. Por otro lado, los capiteles grafican imágenes de animales fantásticos, fieras batallas, cabezas de león, flora… Todo ello corresponde al siglo XII, la primera fase de la construcción del templo.

Para los románticos, la cabecera guarda todas los rasgos de la época, y pueden apreciarse en el ábside central, los capiteles y los arcos. Además, tenemos un gran pavimento construido en el siglo XIII, el cual está formado por placas de piedra y mármol de distintos colores y que grafican dibujos geométricos.

El presbiterio del templo se caracteriza por sus ventanas tipo aspillera en la parte inferior. En total son siete ventanas laterales con vidrieras que, en principio, eran góticas en la parte superior.

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