La Catedral de Tarragona cuenta, desde el día 24 de enero, con un nuevo espacio museográfico visitable. Se trata del nuevo itinerario arqueológico bimilenario, que permite la visita al recorrido del gran muro perimetral del recinto de culto imperial de Tárraco, ubicado tras las capillas medievales del claustro, alrededor del subsuelo de la Casa de los Canónigos.
Esta actuación arqueológica y de museización, impulsada por el Instituto Catalán de Arqueología Clásica y el Museo Diocesano de Tarragona, ha contado con el apoyo del Capítulo de la Catedral, el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Tarragona, la Universidad Rovira i Virgili, Repsol y la Fundación Privada Mutua Catalana. El nuevo espacio, que toma la muralla como referente y que se inicia en la sala 1 del Museo, tras el antiguo refectorio, permite «explicar cómo la propia fisonomía de la ciudad medieval de Tarragona nos puede enseñar la ciudad romana de Tárraco», como ha expresado el investigador del ICAC Josep Maria Macias.
En este sentido, este itinerario «une todo el Museo Diocesano, y el relato de la cultura material artística cristiana del Museo se acompaña de un recorrido arqueológico que nos visibiliza esta misma diacronía histórica en la estructura del edificio», ha expuesto el director del Museo Diocesano de Tarragona, Andreu Muñoz. Así, el itinerario permite hacer un recorrido «por los espacios romanos del muro de cierre del recinto de culto imperial y comprender cómo sirvió de base para poder generar el proyecto medieval de la Catedral, así como los elementos arquitectónicos que desde la época renacentista se han ido añadiendo».
Por otro lado, ambos han coincidido en calificar el entorno de la Catedral «como el mejor lugar para explicar la historia de Tarragona». «Es la mayor obra de ingeniería que se ha hecho a lo largo de la historia de la ciudad», han apuntado.